8/3/07

Breve historia de la mujer

(Foto: "La victoria de Samotracia", estatua)


Hay tantas cosas que pudiera decir sobre ellas. A lo mejor mi punto de vista podría ser algo sesgado, distinto, contrario y, en algunas ocasiones, sexista. Pero, a pesar de ello, quisiera hablar de ellas.
En un día como el de hoy, quisiera rendirles tributo y homenaje a quienes, en cierta forma, hacen el equilibrio formalmente hablando en este mundo. Su historia en este mundo se inicia con un gran poder. Ellas, desde que la humanidad es tal, han tenido un poder que aún encanta y ejercen. Nuestros antepasados las adoraban y las consideraban símbolos de la fecundidad y la vida. Es necesario observar a las “Venus” hechas por los hombres de las cavernas para darnos cuenta de ello. Se han identificado en la antigüedad con la divinidad, con el puente entre lo divino y lo humano.
Al correr de los siglos, el hombre la relegó a un segundo plano. Desde los griegos a los romanos, los hebreos y los árabes, chinos y egipcios. Recuerdo a un filósofo griego que pensaba que las mujeres eran -y cito- “hombres imperfectos”, ciudadanas de segunda clase. La dominación masculina sobre lo femenino, desde la cristiandad, ha calado hondo en la raíz de la humanidad. Mientras los hombres destacaban en las artes de la guerra, la política, las letras, la filosofía y la ciencia; ellas eran simplemente dominadas y tratadas como siervas. Debo decir, a pesar de mi formación cristiana y católica, que el hecho de que en la expulsión de la primera pareja del Paraíso, y la maldición del Todopoderoso sobre ella, es algo que hoy en día, produciría muchos escozores. Nadie quiere ser siervo de nadie.
Pero, no así en nuestra América. Al menos en algunos lugares. Ellas, asumían y asumen, el grado de matriarcas, chamanes, sacerdotisas, fuente de la fecundidad y la vida. Y, citando libros de historia, generales.
Corriendo los siglos, entrado el Renacimiento y la Revolución Industrial, la mujer entra en el campo de las ciencias, el arte y, muy a su pesar en esos años, al trabajo. Y también son perseguidas. Brujas por querer entrar en la ciencia, por querer vestir, decir, pensar o sentir al igual que un hombre. ¿Y cómo pagamos eso? Con la hoguera, la horca o el ahogamiento. Genocidas. Un crimen que aún la Humanidad no ha querido reconocer y purgar.
Son parte de las masas obreras mal pagadas de esos años donde el metal, el vapor y las Ideas corren libremente. Vejadas, explotadas, mal pagadas, sin derechos. Derechos elementales de igualdad, libertad y fraternidad esparcidos como pólvora por Francia en el siglo XVIII hacia Europa y América en el siglo XIX eran impensables en esos años para ellas. Seguían siendo parte de uno de los escarnios más grandes producidos por la Humanidad contra parte de ella.
Las revoluciones sociales, las nuevas formas de vida, las doctrinas y filosofías nuevas; nuevas formas de ver el mundo hacen que la mujer empiece a dar pasos para adentrarse en ese mundo oliente a rudeza y tosquedad dominado por machos cerrados de mentes. En lo social, exigen participación en lo político, tratos dignos en el trabajo, mejoras en sus condiciones de vida. Entrado en el siglo XX, ellas, ganan terreno en su batalla por la igualdad de sexo. En Estados Unidos, Francia, Inglaterra y el resto de Europa, ellas se mueven. El feminismo y las organizaciones de mujeres se meten con fuerza en el mundo.
Como dato: en Chile, en una Asamblea Constituyente Popular de 1924, el primer exponente que habló en ella, fue nada más y nada menos que una mujer. Y aprobaron la igualdad de sexos.
La segunda guerra mundial las ingresa al trabajo a la par de los hombres: hacen bombas, tanques, camiones, barcos, armas. ¿Trabajos de hombres? La mujer entiende que no. Se siente capaz. Ella puede. Todo lo puede. Los 50’s son la fecha en que ella, era mostrada como un estereotipo: buena dueña de casa, buena madre, contenta en su cocina y casa, juntándose los martes con las amigas a jugar naipes. Y la dominación masculina seguía su marcha. No se esperaba la Revolución de las Flores.
Los 60’s marcan para siempre la autodeterminación de la mujer. Las pastillas anticonceptivas, la “Barbie”, el amor libre, el feminismo acérrimo y la lucha por conseguir ser tratadas como iguales llega al punto máximo. Se ha iniciado una lucha detenida por más de diecinueve siglos. Las mujeres ahora quieren estar donde estamos. Ya no existe ese estereotipo de la madre hacendosa y sumisa. Existe la mujer exitosa, que mantiene una casa, una familia, una carrera, un esposo o sola. Una mujer que insiste en entrar a ese “Club de Toby”. Un club que es excluyente, rudo, exigente. La premisa es: “Si quieres entrar, se dura, se hombre”.
Miedo: eso significa.
Tenemos miedo.
Tenemos miedo de ser dejados solos ante un mundo que antes una mujer manejaba al derecho y al revés. Tememos ser ridiculizados en nuestros trabajos, estudios, competencias, deportes.
Tememos ser débiles.
Y eso nos ha llevado a ser muchísimo más arbitrarios.
Hoy en día, sin duda hemos avanzado. Pero hay mucho que hacer. Aún las mujeres ganan un 30% menos que los hombres en iguales puestos de trabajo. En muchos lugares son tratadas como cosas, intercambiables por especies. Son sometidas a vejámenes bárbaros en algunos lugares del mundo. Son explotadas sexualmente. Aún pensamos en que ellas no se la pueden con trabajos que los hombres sólo podemos hacer. Las ridiculizamos, escupimos, maltratamos, usamos, odiamos y excluimos.
Pero, aún quieren hacerlo. Aún quieren entrar a ese club al que nosotros pertenecemos. A pesar de todo, ellas quieren ser reconocidas. Quieren el espacio. Saben sufrir, aguantar, resistir. Lo han hecho por más de dos milenios. Y, silenciosamente o públicamente, ellas van lanzando su pregón al mundo: “Mujeres del mundo, uníos”.
Y no me sorprendería, así como no nos sorprendió que una mujer llegara la Primera Magistratura de la Nación en mi país, o a conducir un trasbordador espacial; que al transcurrir este siglo, que la mujer llegue a lugares que ni ella pensó en la tierna infancia de la Humanidad.
Hoy por hoy, el cielo es su límite.

Santiago Paz
Parral, 08 de marzo
Día Internacional de la Mujer

1 comentario:

Patty Potter dijo...

Linda Descripción

It's so fucking true xD!!

AUNQUE HAY ALGUNAS COSILLAS QUE NO CONCUERDO

Saludos