Wallada es una princesa totalmente kickass y jodidamente honesta, una puta dominatriz que se comía a cucharadas el propio hígado del islamismo allá por el siglo 11. Los seguidores de Mahoma pueden haber sido una manga de pelotudos machistas (y, bueno, en ese tiempo, quién no) que se vanagloriaban de su tan bien construida falocracia no la contuvieron a ella, con su poesía bombatómicamente destructiva - poesía de puta madre, de verdad.
La lengua árabe es tan extraterrestre que ni las manos de minotauro cabalístico de Borges pudieron agarrarla - es lengua divina. El Corán, in fact, no deja espacio a las traducciones weonas, semi-cojas, ni de ningua especie. No se puede traducir porque es perfecto. Mahoma lo dice: esa lengua es perfecta y sólo en ella puede leerse la megapoderosa palabra de dios. End of discussion. I mean, tienen más de cien términos para decir camello y a mí, con mi querido cerebro programado mediocremente en castellano me parece raro y alienígena. Es difícil imaginar la capacidad poética del árabe: son cósmicas y más allá.
Wallada era la mujer más escandalosa de Córdoba y se paseaba como flotando por las calles con una boludez envidiable: la muy perra no usaba velo y se forraba en túnicas transparentes que decoraba con aliento poético, literalmente, porque llevaba los versos bordados en la ropa en un despliegue de descarado rockero ego literario.
"Por Alá, que merezco cualquier grandeza
y sigo con orgullo mi camino.
Doy gustosa a mi amante la mejilla,
y doy mis besos para quien los quiera"
Se revolcaba con Ben Zaydun en una relación pública, pornográfica y versificada, hasta que el muy "puto, pederastra, cabrón" -lo dijo ella, no yo- terminó traicionándola, según los cahuines medievales, con otro hombre. Desde las propias profundidades calientes de zorra furiosa, ella escribió:
"Si (Ben Zaydun) hubiera visto falo en las palmeras/ sería pájaro carpintero"
Consiguió meterlo en la carcel, al hacerse amante del enemigo político de Ben Zaydun. La poesía, como vieja ociosa y menopaúsica, nos dice que el muy weon seguía enamorado. Pobre.
La tropa de poetas españoles mamones que vinieron después, como Bécquer o Manrique, parecen cachorritos lisiados y patéticos y cristianos. Todos se eclipsan ante esta muy zorra princesa, que con cada verso insolente y metálico le gritaba a todos ellos, los que estaban y los que vendrían: métanse su machismo por donde mierda les quepa.
La lengua árabe es tan extraterrestre que ni las manos de minotauro cabalístico de Borges pudieron agarrarla - es lengua divina. El Corán, in fact, no deja espacio a las traducciones weonas, semi-cojas, ni de ningua especie. No se puede traducir porque es perfecto. Mahoma lo dice: esa lengua es perfecta y sólo en ella puede leerse la megapoderosa palabra de dios. End of discussion. I mean, tienen más de cien términos para decir camello y a mí, con mi querido cerebro programado mediocremente en castellano me parece raro y alienígena. Es difícil imaginar la capacidad poética del árabe: son cósmicas y más allá.
Wallada era la mujer más escandalosa de Córdoba y se paseaba como flotando por las calles con una boludez envidiable: la muy perra no usaba velo y se forraba en túnicas transparentes que decoraba con aliento poético, literalmente, porque llevaba los versos bordados en la ropa en un despliegue de descarado rockero ego literario.
"Por Alá, que merezco cualquier grandeza
y sigo con orgullo mi camino.
Doy gustosa a mi amante la mejilla,
y doy mis besos para quien los quiera"
Se revolcaba con Ben Zaydun en una relación pública, pornográfica y versificada, hasta que el muy "puto, pederastra, cabrón" -lo dijo ella, no yo- terminó traicionándola, según los cahuines medievales, con otro hombre. Desde las propias profundidades calientes de zorra furiosa, ella escribió:
"Si (Ben Zaydun) hubiera visto falo en las palmeras/ sería pájaro carpintero"
Consiguió meterlo en la carcel, al hacerse amante del enemigo político de Ben Zaydun. La poesía, como vieja ociosa y menopaúsica, nos dice que el muy weon seguía enamorado. Pobre.
La tropa de poetas españoles mamones que vinieron después, como Bécquer o Manrique, parecen cachorritos lisiados y patéticos y cristianos. Todos se eclipsan ante esta muy zorra princesa, que con cada verso insolente y metálico le gritaba a todos ellos, los que estaban y los que vendrían: métanse su machismo por donde mierda les quepa.
3 comentarios:
jajaj q buena! tu ironia y desfachatez me hacen reir de buena gana, igual me da la sensacion de algo de despecho en las palabras, sobre todo en la venganza que cuentas.... buena descripcion de una mujer hecha y derecha!
c.ya!ºº
Maravillas son estas!
Pero dramáticamente en el CFG de los arabes,la profe sin duda mostro lo más protocolar,jaja.
Muy interesante Toncy!Tal vez nos veamos en la facultad uno de estos días!
Auf Wiedersehen!
Me gustaría colaborar en este blog ¿qué hago? ¿es posible?
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