La belleza de estar vivos: The Blue Nile

En el México de mediados de los 90 hubo un programa de radio llamado Entre el Cielo y el Infierno, el cual se caracterizaba por programar música alternativa, con un ferviente empeño en dejar claro que lo alternativo no se reducía a Nirvana o Stone Temple Pilots.

El locutor de dicha emisión era un tipo con gustos musicales maravillosos. Sus bandas eran XTC, Prefab Sprouds, The Smiths, Boo Radleys, Portishead, Fluffy, Cocteau Twins, Suede, Wannadies, Combustible Edison, la naciente Gusana Ciega, además de declararse fan de la compañía independiente 4AD, de Charlie Parker, Pj Harvey, Juan García Esquivel, Monabel, el trip hop, el drum & bass, el lounge catalán, todo el brit pop, en fin, para qué caer en ese listado interminable de música fascinante que tantos defeños conocimos gracias a su programa.

Sin embargo, una noche dejó de hacer su acostumbrada ecléctica programación y se dedicó a poner un disco entero, recién salido del horno de la Warner. Se trataba del último disco de la banda escocesa The Blue Nile llamado Peace at last (1996), lidereado por el melancólico, compasivo, atormentado y lluvioso Paul Buchanan. Yo no conocía al grupo, así que preparé mi cinta de audio Sony HF-S para grabar esa joya que marcaría parte de mi soundtrack de vida, desde mis fructíferos fracasos adolescentes (conocí al grupo a finales de secundaria) hasta mi maravillosa paternidad que hoy en día gozo sin mayor nostalgia que las postales de Glasgow.

The Blue Nile graba un disco cada 7 ú 8 años sino es que más, sólo llevan 4 (el primero de ellos data de 1984), lo cual no es relevante ya que sus letras y su música de por sí suenan atemporales, tan eternos y verdaderos como el amor crístico... crístico... no utilizo accidentalmente esta referencia ya que Peace at last está inundado de diálogos con Jesús, además de arreglos vocales e instrumentales que evocan la música espiritual.

-Now that I found peace at last / Tel me Jesus, will it last? / The birds are laughing in the trees / It’s only make believe / It’s only love / It’s only love / It’s only love, dice en la bella canción de inicio Happiness.
-This may not last until tomorrow / So look at all the love you borrow / And time will tell us all / We could be laughing / We could be married / Tomorrow morning / And love alone won’t be your saviour / And pretty soon you’ll find it’s over, Tomorrow Morning, una de las tres mejores canciones del álbum.
-I wanna love but I never find the time / I wanna love to be there in your life / I wanna love, will you make me be all mine? / Oh woman please, body and soul, Body and Soul.
-Jesus, you / Wipe the tears from her face / And the sound of his voice / Family life / Mystery / Jesus, I go to sleep and I pray / For my kids / For my wife, Family Life.


La belleza de Blue Nile radica en las imágenes que se forman con sus canciones, no muy distintas entre sí. Imágenes de carretera y lluvia, de pasto mojado y cerros pequeños, de humo de cigarro que se confunde con el vapor que sale del asfalto húmedo por la lluvia. Evidentemente hay mucha lluvia en este disco –son escoceses– pero no es una lluvia depresiva ni tampoco feliz, acaso es una lluvia muy humana, hecha de amor por las cosas simples, de reconocer en esas cosas simples el sentido de estar vivos.

En lo personal admiro la música que no te lleva a pensar en qué tan pop es, qué tan rockera, qué tan culta o popular o new age es. The Blue Nile podrá ser un grupo de rock-pop que programaron una noche de 1996 en la radio de la ciudad de México, pero más allá de eso, es uno de esos grupos que profundizan sin necesidad de ser marginales o modernos, reaccionarios o violentos, filosóficos o políticos, son sencillos, su música es sencilla, a veces recurren a la tecnología aunque básicamente su estructura es de lo más elemental, sin instrumentos estelares, acaso porque la lluvia no distingue jerarquias cuando se deja venir.

Los instrumentos son los de siempre: bajo, guitarra (de preferencia acústica), bateria (a veces programada), teclado o piano, coro y una voz nada espectacular. Con eso basta para el amor, ese universo humano que no sólo tiene que ver con el enamoramiento, el encuentro (o desencuentro) de los amantes, el recuerdo de un viejo amor, sino también con el bienestar colectivo (And love alone won’t be your saviour), el amor propio (I wanna love, will you make me be all mine?), el amor familiar (Jesus, please / Make us happy sometimes / No more shout, no more fight), el amor por vivir (I wanted more, but live with less / Live again / Happiness) y claro, también el amor de pareja (Soon, come on soon / Chanson moon soon / When you comb your hair / I’ll be standing there). Y Jesús –ese hombre universal de claro mensaje– como compañero de viaje, como interlocutor, como recuerdo de fraternidad, de compasión, de amor puro.

ALBERTO ESPEJEL


The Blue Nile,
Peace at last (Warner, 1996)

Aquí 30 segundos de algunos tracks:
Happiness
Tomorrow Morning
Sentimental Man
Love Came Down
Body and Soul
Holy Love
War is Love
Soon

Otros links:
Videoclip de Downtown Lights (Hats, 1989)
Presentación con Jools Holland de Body and Soul
Entrevista de 1996 publicada en ultrasonica.info
Para quien quiera comprarlo